23 de Abril
*Pensamiento del Día*
Tanto hombres como mujeres continúan llegando a A.A., aporreados por el alcoholo, con frecuencia considerados por los médicos como casos desesperados y admitiendo ellos mismo que son impotentes para dejar de beber. Cuando veo a estos hombres y mujeres tornarse sobrios y permanecer sobrios durante un período de meses y años, sé que A.A. funciona. El cambio que veo en las personas que llegan a A.A. no sólo me convence de que A.A. funciona, sino que también me convence de que tiene que haber un Poder Superior a nosotros mismos que nos ayuda a realizar ese cambio. – “¿Estoy convencido de que un Poder Superior puede ayudarme a cambiar?”.
*Meditación del Día*
La cooperación con Dios es la gran necesidad de nuestras vidas. Todo lo demás viene naturalmente. La cooperación con Dios es el resultado de nuestra conciencia de su presencia. La luz tiene que venirnos a medida que nuestra propia conciencia llega a estar más armonizada con la gran Conciencia del Universo. Tenemos que tener muchos momentos de reposo en los que no pidamos tanto ser descubiertos y conducidos por Dios, como sentir y comprobar Su presencia. El nuevo crecimiento espiritual viene naturalmente de la cooperación con Dios.
*Oración del Día*
Ruego porque Dios pueda dotarme de fortaleza y mostrarme la dirección en la que El quiere que avance. Pido que estas cosas puedan venir naturalmente de mi cooperación con El.
_(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)_
🌷
Es considerar y respetar a los demás, hacer importante el respeto de sí mismo cuando estamos nadando en la desvergüenza__**
Creo que todos nos vendría bien conocer Alcohólicos Anónimos, y por eso estoy seguro que en los que asisten a nuestras reuniones abunda la sorpresa y la admiración. Y más de uno dirá entonces como yo, que para gozar la sobriedad, el valor y la serenidad de estos hombres, hasta valdría la pena ser un alcohólico.
El Alcoholismo no es un vicio sino una enfermedad, y es una pena ser enfermo. Es doloroso estar enfermo. Pero eso no tiene que darnos vergüenza alguna. Porque si es de visionarios no caer, es de valientes y humildes el poder levantarse.
Alcohólicos Anónimos es sin duda alguna, un cambio de liberación. Yo me siento feliz estar entre mis amigos, aunque lamento no ser uno de ellos por todos lo que he dicho.
Dr. Eduardo Habach
22 de Abril
*Pensamiento del Día*
La gente cree en A.A. cuando ve que funciona, una verdadera demostración es lo que la convence. Lo que leen en los libros, lo que oyen decir, no siempre les convence. Pero cuando ven un verdadero cambio a la honradez y la bondad en una persona, un cambio de un borracho a un sobrio, a un ciudadano útil, eso sí es algo en lo que pueden creer, porque pueden verlo. Ahí hay algo que realmente demuestra que A.A. funciona. – “¿He visto yo el cambio en las personas que llegan a A.A.?”.
*Meditación del Día*
El control divino y la obediencia incontestable a Dios son las únicas condiciones para una vida espiritual. El control divino significa la fe y la confianza absolutas en Dios; la creencia de que Dios es el Divino Principio del Universo, y que El es la Inteligencia y el Amor que controla el universo. La obediencia incontestable a Dios quiere decir vivir cada día en la forma que se crea que Dios quiere que se viva, buscando constantemente la dirección de Dios en toda situación, y estando dispuesto a hacer lo debido en todo momento.
*Oración del Día*
Ruego poder estar siempre bajo el control divino, y practicar siempre la obediencia incontestable a Dios. Pido poder estar siempre dispuesto a servirle.
_(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)_
🌷
Una carta de Bill W. a los miembros de la Conferencia
La carta abierta a los miembros de la primera Reunión de Servicios Generales de A.A. fue escrita por Bill W.
Está fechada el 19 de abril de 1951, unos cinco meses escasos después del fallecimiento de su Intimo amigo y co-fundador de A.A., el Dr. Bob. El primer párrafo refleja la preocupación de Bill por el "relevo de la guardia", y por salvaguardar el futuro de la Comunidad.
"En los años pasados, por el consenso común de A.A.", escribe, "el Dr. Bob y yo hemos desempeñado ciertas pesadas responsabilidades de servicio. El y yo hemos tratado constantemente de guiar y apoyar la Fundación Alcohólica (en 1954 el nombre fue cambiado al de la Junta de Servicios Generales de A.A.) y sus Servicios Mundiales aquí en Nueva York; nos hemos empeñado en representar fielmente la opinión de A.A. con respecto a los asuntos que seriamente afectan a nuestra Comunidad en su totalidad; siempre nos han considerado a nosotros como los guardianes principales de la Tradición de A.A.
"Ha llegado ahora el momento en que estas serias responsabilidades van a ser transferidas a ustedes, los miembros de la Conferencia de Servicios Generales de A.A. Actuando por los A.A. de todo el mundo, ustedes están a punto de aceptar el Tercer Legado de A.A., el Legado de Servicio."
Entonces, Bill señaló ciertos objetivos inmediatos para la Conferencia, la cual se había acordado celebrar anualmente por un período de prueba de cinco años.
Una sugerencia que hizo daría el tono para las Conferencias futuras: "elaborar una agenda para reuniones de discusión informales," incluyendo informes presentados por los delegados "sobre sus problemas locales o las desviaciones de las Tradiciones de A.A." Bill sugirió además 18 temas específicos para la discusión, los cuales revelan su extraordinaria visión. Entre ellos figuraban los siguientes: Cuál es la política de relaciones públicas de la sede de A.A. en cuanto a la prensa, la radio, y las películas? ¿Cuál es nuestra obligación hacia A.A. en los países extranjeros? ¿Por qué tener custodios no alcohólicos? ,Debe la literatura de A.A. ser "aprobada por la Conferencia"? ¿Cómo deben presentar informes los delegados ante sus respectivos comités?
¿Cuál es la naturaleza de la relación que A.A. tiene con la medicina, la religión, la investigación científica y la educación?
"Por supuesto", observó Bill, "esta lista se podría alargar mucho más. Sin duda alguna, estas y otras muchas preguntas típicas que se les ocurran, deben ser discutidas en sesiones informales, las cuales me agradaría presidir mientras alguien quiera seguir hablando."
¿No les gustaría haber podido estar allí, charlando con él hasta horas avanzadas del día? Hay todavía algunos veteranos que lo hicieron. Las palabras con que Bill cerró su carta se referían tanto a los delegados de la Conferencia de 1988 como a los de aquel entonces:
"Esperando que lo anteriormente dicho sea de algún valor sugestivo para tres días de trabajo provechoso y deseándoles una feliz Conferencia, soy de ustedes
Seguro servidor,"
RUBRICA: BILL
Reimpreso de Box 4-5-9 (Edición abril-mayo 1988) con permiso de A.A. World Services, Inc.
Cita Diaria con La Viña Abril 21 “Como individuo, soy tan pequeño que, prácticamente, no tengo razón de ser en el universo; es casi como si no existiera. Pero sí existo. Si bien soy pequeño, no estoy totalmente desprovisto de significado”.
“Lo verdadero”. NUEVA YORK, NUEVA YORK, FEBRERO DE 2001. De Voices of Long-Term Sobriety
Reflexiones Diarias
21 de ABRIL
CULTIVAR LA FE
“No creo que podamos hacer algo muy bien en este mundo a menos que lo practiquemos… Debemos practicar adquirir el espíritu de servicio y debemos adquirir alguna fe, lo que no se hace fácilmente, en particular si la persona ha sido muy materialista, siguiendo la moda de la sociedad de hoy. Pero creo que la fe puede ser adquirida, tiene que ser cultivada; eso no fue fácil para mí y asumo que es difícil para cualquier otro…”
— EL DR. BOB Y LOS BUENOS VETERANOS, p. 322-323
El temor es frecuentemente la fuerza que me impide adquirir y cultivar el poder de la fe. El temor bloquea mi apreciación de la belleza, de la tolerancia, del perdón, del servicio y de la serenidad.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
Pero los Washingtonianos dejaron que los políticos y reformadores, alcohólicos y no-alcohólicos, hicieran uso de la sociedad para sus propios fines y, a pesar de sus intenciones expresadas de no meterse en la política, la religión y el comercio, muchos miembros tomaron posturas opuestas ante el público en cuestiones de reforma del alcoholismo y otros asuntos del día. En un plazo de ocho o nueve años, los Washingtonianos, según un reportaje, habían perdido su atractivo. En el banquete anual de A.A. en la ciudad de Nueva York, el 7 de noviembre de 1945, Bill W. dijo: “En resumidas palabras, los Washingtonianos se pusieron a resolver los problemas del mundo antes de aprender a solucionar los suyos. No tenían capacidad alguna para ocuparse de sus asuntos”.
El Grupo Oxford, una organización religiosa de la cual brotaron las semillas de A.A. y que fue el origen de algunos de los principios y preceptos espirituales básicos de la Comunidad, también ofrece un ejemplo de lo que no se debe hacer. En A.A. llega a su mayoría de edad (p. 39), Bill escribió: “Los A.A. pioneros sacaron sus ideas de autoexamen, reconocimiento de los defectos de carácter, reparaciones para daños causados y trabajo con otros, directa y únicamente de los Grupos Oxford y directamente de Sam Shoemaker, su líder en los Estados Unidos”. No obstante, aunque los Grupos Oxford se preocupaban profundamente por la suerte de los alcohólicos, algunas costumbres de ese Grupo le hacían sentirse incómodo a Bill. Aunque el Grupo Oxford parece haber dado su primer impulso a muchos de los principios espirituales de A.A., las diferencias acabaron causando una separación entre los dos movimientos. Como Bill una vez dijo: “El Grupo Oxford quería salvar al mundo y yo solo quería salvar a los borrachos”.
Aprovechándose del ejemplo de los grupos precursores y de la cada vez más amplia experiencia sacada de sus propias luchas internas durante su primera década, A.A. se iba acercando día a día a un conjunto de principios prácticos que pudieran orientar y proteger la vida de grupo de A.A.
En 1946 en el Grapevine de A.A. los fundadores y miembros pioneros codificaron dichos principios y los publicaron con el título de “Doce puntos para asegurar nuestro futuro”. En la Convención Internacional de A.A. de Cleveland, Ohio, en 1950, la Comunidad en su totalidad los aceptó y aprobó. Más tarde, en abril de 1950, apareció el libro Doce Pasos y Doce Tradiciones , obra que ofrece a la Comunidad una guía para la recuperación personal y para la supervivencia colectiva.
“Hijos del caos,” escribió Bill en el ensayo sobre la Cuarta Tradición, “de manera desafiadora hemos jugado con fuego repetidas veces, pero hemos salido ilesos y, según nos parece a nosotros, más sabios que antes. Esas mismas desviaciones constituyeron un vasto proceso de pruebas y tanteos, el cual, por la gracia de Dios, nos ha traído a donde nos encontramos hoy”.
Según Bill, la acogida que tenían las Tradiciones en los años 40 no fue de las más calurosas. “Únicamente los grupos con graves dificultades se las tomaron en serio. En algunas partes hubo una reacción violenta, especialmente en aquellos grupos que tenían largas listas de reglas y reglamentos ‘protectores’. Había mucha apatía e indiferencia”.
Pero con el paso del tiempo todo eso cambió y unos pocos años más tarde, en la Convención de Cleveland de 1950, varios miles de miembros de A.A. declararon que las Tradiciones de A.A. constituyeron “la plataforma sobre la cual nuestra Comunidad podría funcionar mejor y mantener- se unida para siempre. Se dieron cuenta de que nuestras Tradiciones resultarían tan necesarias para nuestra Sociedad como lo eran los Doce Pasos para la vida de cada miembro.
Según la opinión de la Convención de Cleveland, las Tradiciones eran la clave de la unidad, del funcionamiento e incluso de la supervivencia de todos nosotros”.
Alcohólicos Anónimos: una luz de esperanza para personas que viven con alcoholismo
Читать полностью…20 de abril
*Pensamiento del Día.*
_La satisfacción que se obtiene viviendo una vida sobria está compuesta de muchas cosas pequenas, pero que se suman para formar una vida feliz y satisfactoria. Se obtiene de la vida lo que en ella se pone. Por eso tengo que decir a las personas que llegan a A.A.: "No se preocupen de lo que pueda parecer la vida sin alcohol. Solamente perseveren, y les sucederán multitud de cosas buenas. Y tendrán aquel sentimiento de tranquila satisfacción, de paz y de serenidad, y se llenarán de una enorme gratitud por la gracia de Dios._
_*-"¿Estará mi vida llegando a ser digna de vivirse?"*_
*Meditación del Día.*
_Hay dos sendas que seguir: una es ascendente y la otra descendente. Se nos ha concedido el libre albedrío para escoger entre una y otra sendas. Somos capitanes de nuestras almas hasta este grado solamente. Podemos escoger el bien o el mal. Una vez que hemos escogido el camino equivocado, vamos cada vez más hacia abajo, a la muerte con el tiempo. Pero si elegimos el camino justo, subimos y subimos hasta que llegamos al día de la resurrección. Por el camino equivocado no tenemos fuerza para el bien, porque no deseamos solicitarlo. Pero por el caminojusto, nos hallamos del lado del bien y tenemos detrás de nosotros toda la fuerza del espíritu de Dios._
*Oración del Día.*
_*Ruego porque pueda hallarme en la corriente de la bondad.*_
_*Pido poder estar del lado justo, del lado de todo lo bueno del universo.*_
_(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)_
🌷
Tiempo después Richard P, ya recuperado, visitó la Oficina de Servicio Mundial en Nueva York. Estuvo con Bill W. y le comentó lo ocurrido: el mismo Bill le respondió que "las Tradiciones deben respetarse y es muy importante que así se haga, pero también hay que tener tolerancia por las necesidades y los problemas de los grupos en otros países”.
Después de conseguir lo indispensable para la calle Córdoba, el Grupo comenzó a crecer. Legaron entonces María Marta, Ketty, Coca S., Jorge M., Sergio R., Víctor y Richard P.
A partir de ese momento es cuando AA comienza a expandirse, creándose los Grupos Pasco, San Isidro, Morón y Quilmes. Asimismo, el nacimiento de los Intergrupos, las distintas Aéreas con sus respectivos delegados -y quienes no lo eran-, creándose discusiones -muchas veces agraviantes- pero fue necesario para conformar la estructura de AA y ponerse en marcha. Fue entonces cuando asumió la Presidencia de la Asociación Sergio R. Tiempo después, cuando se tuvo que dejar el local de Avenida Córdoba, se pasó a la vieja casa de la calle Garay.
Y esto fue lo que me contó Don Héctor G., lo cual puede darles una idea más formal del sacrificio que costó llegar a ser lo que es la comunidad hoy día. Po ejemplo... que contamos con la Conferencia -de Servicios Generales-, con Áreas en todo el país, gran cantidad de Grupos en todas las provincias, distintos Comités y una estructura que se mantiene y ayuda a la base de la misma que es la de "transmitir el mensaje" hacia cualquier alcohólico que desee dejar de beber.
Víctor P.
Revista el Sendero Para cualquier duda o incripcion comuníquese al te (011) 5263-8621o a suscripcionrnaa@aa.org.ar
Fuente: https://revistaelsendero.com.ar/publicacion/historia-de-aa-en-la-argentina
En principio comunicó que deseaba tener un grupo de AA en nuestro país, recibiendo entonces información sobre el trabajo a realizar y un Libro Grande donde encontró las bases e ideas en que se basaba la confraternidad. Una de las primeras tareas era la de tener alcohólicos que quisieran dejar de beber o, en un principio, llegar a “curarse” del problema que padecían. No recuerdo la fecha de un artículo aparecido en Selecciones de Reader´s Digest sobre la tarea de la institución por el cual mucha gente escribió para enterarse de la ayuda hacia los alcohólicos. En un comienzo, le dieron a Don Héctor direcciones de los que habían escrito a la Alcohólicos Anónimos de EEUU para que se pusiera en contacto con los mismos, les contara su historia y experiencia y tratara de ayudarlos reuniéndose en grupos para iniciar el movimiento en el país.
Con permiso de la Oficina de Servicio Mundial en Nueva York, él se presentaba como representante de la misma y contaba su historia lo más detalladamente posible, incluyendo los desastres y problemas que le trajo su adicción al alcohol. Pero todo esto lo contaba como "desde el lugar de un familiar" y no desde el de enfermo alcohólico que realmente era, por lo cual la mayoría de las veces lo despedían cordialmente pensando que no estaba en sus cabales.
Estuvo varios meses trabajando así sin lograr que nadie quisiera integrar el grupo que deseaba formar. Allí fue donde Don Héctor me hizo hincapié en lo positivo que le dejó esta experiencia de continuos fracasos y que generó su propio cambio de actitud. Empezó a considerar que estos fracasos eran algo positivo y que la vida comenzaba a ser algo importante para vivirla de esta manera, dejando de lado sus angustias y depresiones. A partir de ese momento encontró la base de su recuperación, el cambio de actitud necesario ante la propia vida.
Esto representó un paso adelante muy importante. Por otra parte, observó que sus familiares y amigos le hacían notar sus cambios de actitud, comparados con su etapa anterior de angustias y depresiones.
Comenzó a trabajar entonces con un mayor temple para lograr su objetivo de lograr la formación de un grupo en el país. Verdaderamente, al contarme el trabajo que tuvo que realizar para lograr lo propuesto, me di cuenta que me encontraba ante una persona que, aparte de su serenidad y tono mesurado, fue alguien con una tremenda fe y una actitud muy fuerte y consecuente para llegar a su objetivo, teniendo en cuenta también que lo estaba haciendo solo. Al estar frente a él -y dándome cuenta de que gracias a este hombre yo estaba vivo, sin ninguna duda- sentí una profunda emoción y agradecimiento y se lo hice saber. Me contestó con mucha humildad que hizo simplemente lo que correspondía hacer.
Siguió con mucho entusiasmo en su tarea y logró por fin reunirse con dos alcohólicos en la confitería "Londres" en Flores. Uno de ellos estaba en continuas recaídas y lo llamaba permanentemente después que tomaba. Finalmente desapareció y no lo volvió a ver.
Mantenía relación con algún que otro alcohólico por medio de correspondencia y luego perdía el rastro de los mismos ignorando si lograban mantenerse sobrios. Le pregunté cuándo realmente cree que fue la fundación de AA en nuestro país y no lo recordaba bien. Creía que fue un alcohólico que apareció en 1953 y permaneció sobrio un año hasta que falleció en 1954. Este alcohólico, residente en nuestro país, en un viaje que realizó a EEUU, conoció e integró un grupo de AA y, al regresar, se puso en contacto con él. Comenzaron a trabajar juntos logrando formar un grupo que se reunía en Olivos en la casa de Arthur M. -que era el nombre de este alcohólico- y también una vez por semana en el consultorio del Dr. Pochat. A este pequeño grupo de alcohólicos le dieron el nombre de “Arthur”, en homenaje a él, cuando falleció y así figura en la Oficina de Nueva York, con su inscripción como "Grupo Arthur". Don Héctor lo consideraba, junto con él, como cofundador en la Argentina de los grupos de Alcohólicos Anónimos.
Cita Diaria con La Viña Abril 23 “El espíritu de AA ha estado conmigo ... para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad”.
“Completamente Richard”. SANTA CRUZ, CALIFORNIA, ABRIL DE 1998. De Voices of Long-Term Sobriety
Reflexiones Diarias
23 de ABRIL
A.A. NO ES UNA PANACEA
Sería un producto del falso orgullo pretender que A.A. es una panacea universal — aun para el alcoholismo.
— COMO LO VE BILL, p. 285
En mis primeros años de sobriedad estaba lleno de orgullo, pensando que A.A. era el único tipo de tratamiento para lograr una vida buena y feliz. Ciertamente fue el ingrediente básico de mi sobriedad y aun hoy día, con más de doce años en el programa, sigo participando en las reuniones, apadrinamiento y servicio. Durante los primeros cuatro años de mi recuperación, me resultó necesario buscar ayuda profesional, ya que mi salud emocional era muy pobre. También hay otros que han encontrado sobriedad y felicidad en otras organizaciones. A.A. me enseñó que tenía la opción de hacer todo lo que fuera necesario para enriquecer mi sobriedad. Puede ser que A.A. no sea un curalotodo, pero es el centro de mi vida sobria.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
"LAMENTO NO SER ALCOHÓLICO"
OPINIÓN DE UN PSIQUIATRA ESPECIALIZADO EN ALCOHOLISMO
Yo he tratado de encontrar que hay dentro de los alcohólicos que he tratado. Estoy refiriéndome a los alcohólicos activos que han llegado a mi consulta y a los que he analizado. He escuchado la historia de muchos ellos, tratando de encontrar la confirmación de cosas ya conocidas o el descubrimiento de cosas que no conocía. He venido persiguiendo su verdad donde se encuentre, porque el mundo del
alcoholismo es un mundo difícil de captar y mucho más difícil aun de comprender o explicar. Tarea ardua que una persona no alcohólica como yo, sea capaz de captarla como podría hacerlo un alcohólico frente a otro en ese espejo, en ese sincero y autentico enfrentamiento de dos semejantes. He conocido y escuchado abundantes historias, he estudiado por mucho tiempo la personalidad y el mundo del alcohólico. Hablo como psiquiatra.
Me atrevo a decir honestamente y con sinceridad que lamento no ser alcohólico. Porque creo, que estas personas, me refiero a las que he conocido en Alcohólicos Anónimos (A.A), disfrutan de una condición privilegiada. En circunstancias sociales o históricas como estas donde el hombre y el humano sufren tantas derrotas, ellos son hombres que vencen, que están venciendo y que piensan seguir venciendo.
Son pocas las personas que se sienten tan dueñas de sí, tan dueñas de sus vidas, tan dueñas de la necesidad de triunfar y de vencer a la vida, como estos hombres y mujeres que se recuperan o se han recuperado en Alcohólicos Anónimos. Ojalá uno pudiera sentirse como ellos y por eso dije que lamento no ser alcohólico.
Los Alcohólicos Anónimos son personas que han dicho un *NO* rotundo, no un *NO* a medias, sino un *NO* rotundo a lo fácil, un *NO* rotundo a la esclavitud, un *NO* rotundo a la sumisión, a la dependencia, un *NO* rotundo a la debilidad, al fracaso, al escepticismo, a la falta de esperanza para darse un *SI* completo a sí mismo y un *SI* a la vida.
El hombre no se enferma por el hombre. El hombre no se enferma solo, aislado. Es el contacto con otros hombres, es su relación con otros hombres lo que le produce al hombre su enfermedad, incluyendo el aislamiento. Y si se enferma con el contacto con la gente ha de curarse con el contacto de la gente. Por eso nuestros manicomios que durante mucho tiempo fueron como cárceles donde se encerraba y aislaba a los enfermos mentales, hace mucho tiempo que abrieron sus puertas y cambiaron su estilo. Y hoy se mira con vergüenza que hay rejas y vigilancia del tipo carcelario, suspirando por un futuro en el que todo eso haya cambiado para que exista una abierta comunidad y comunicación entre el medio y aquel grupo de enfermos que es parte de
ese medio que es alienado, se ha enfermado en él o por el mismo medio. No debe por tanto ser segregado del ambiente. Debe de vencer donde fue derrotado.
La prolongada disgregación de este párrafo es el fundamento que apoya mi elogio y entusiasmo que la sabia terapia colectiva que Alcohólicos Anónimos emplea por tradición para las personas que sufren por el alcohol y entran en su seno. La Medicina Psiquiátrica de hoy habla de la necesidad de los grupos de terapia y de terapias breves para atender a las grandes masas y para obtener contables éxitos terapéuticos.
De manera que Alcohólicos Anónimos no es una agrupación de gente decepcionante, sino, de gente que impresiona por su condición de gente; y Alcohólicos Anónimos no es una aventura falaz, no es una cuestión improvisada, o un grupo de fanáticos, o un producto del azar, ni es la idea feliz de un par de borrachitos, sino la genialidad de una solución efectiva para tremendo problema.
**__Analizando desde dentro, el Programa de Alcohólicos Anónimos, es un Programa de Recuperación por los valores. Es un darle importancia a las cosas que hoy les quitamos importancia. Dar importancia a la voluntad cuando nadie habla de ella. Darle importancia a la realidad cuando pagamos por llenar nuestras vidas de mentiras y sueños.
Cómo alejarse del primer trago, un día a la vez
Casi todos los A.A. tienen su forma favorita de evitarlo, y los demás miembros que asisten a la reunión pueden hacer sugerencias para agregar a las siguientes:1. El plan de 24 horas (o de una hora, si es necesario).
2. Nunca tener mucha hambre, ni estar muy enojado, solitario ni cansado.
3. Mantenerse cerca de su padrino y hablar con él o ella sobre los problemas personales.
4. Posponer el trago.
5. Asistir a muchas reuniones de A.A.
6. Llevar los bolsillos llenos de material de lectura sobre A.A. y una chocolatina o dulces
7. La oración—en la forma en que el principiante la prefiera.
8. Cambiar de rutina—especialmente a las horas en que se acostumbraba a beber—para romper los viejos hábitos.
9. Pasar el tiempo individualmente con otros miembros—ya sea en persona o por teléfono (especialmente en las horas en que acostumbrábamos a beber).
10. Pasar el tiempo en salas de reunión u oficinas centrales donde los A.A. se congregan fuera de las horas de reunión.
11. Comenzar a trabajar en los Doce Pasos, para contrarrestar tales amenazas a la sobriedad como son los resentimientos, la lástima de sí mismo, y la tendencia a vivir en el pasado o en el futuro.
12. Relacionarte con otros compañeros en las charlas de café.
Cita Diaria con La Viña Abril 22 “Descubrimos que cada uno de nosotros tenía que estar dispuesto a hacer sacrificios ... para nuestro bienestar común”.
“Por qué Alcohólicos Anónimos es anónimo”. BILL W., COFUNDADOR DE AA, ENERO DE 1955. De El lenguaje del corazón
Reflexiones Diarias
22 de ABRIL
TIERRA NUEVA… RAÍCES NUEVAS
… momentos de percepción pueden irse acumulando para construir toda una vida de serenidad espiritual. Las raíces de la realidad que reemplazan la maleza neurótica, nos agarrarán firmemente a pesar del fuerte viento de las fuerzas adversas que nos destruirían o que podríamos utilizar para destruirnos a nosotros mismos.
— COMO LO VE BILL, p. 173
Yo llegué a A.A. todo verde — un tembloroso brote de semilla con sus pequeñas raíces al aire. Vine para sobrevivir pero fue un comienzo. Me estiré, me desarrollé y me retorcí, pero con la ayuda de otros, a su debido tiempo mi espíritu brotó de sus raíces. Fui liberado. Actué, me marchité, me retiré, oré, volví a actuar e iluminado repentinamente volví a entender. Creciendo de mis raíces, mis brazos espirituales alargados como brotes verdes y fuertes se extendieron hacia el cielo.
Aquí en la tierra, Dios sigue ofreciendo incondicionalmente el legado del amor supremo. Mi vida en A.A. me coloca “sobre una base diferente… (mis) raíces habían agarrado una nueva tierra”. ( Alcohólicos Anónimos, p. 12).
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
21 de Abril
*Pensamiento del Día*
Después de llevar algún tiempo en A.A., descubrimos que, si vamos a seguir conservándonos sobrios, tenemos que ser personas humildes. Las personas que vemos en A.A. que realmente han logrado la meta, son todas ellas humildes. Cuando dejo de pensar que a no ser por la gracia de Dios podría estar borracho ahora mismo, no puedo evitar el sentirme humilde. La gratitud a Dios por su gracia me torna humilde. Cuando pienso en la clase de persona que era no hace mucho, cuando pienso en el ser que dejé detrás de mí, no hallo nada de qué estar orgulloso. – “¿Soy agradecido y humilde?”.
*Meditación del Día*
Tengo que surgir de la muerte del pecado y del egoísmo, y emprender una vida nueva de integridad. Todos los antiguos pecados y tentaciones tienen que ser enterrados, y de las cenizas tiene que surgir una nueva existencia. El ayer ha desaparecido. Todos mis pecados han sido perdonados, so hoy estoy tratando honradamente de cumplir con la voluntad de Dios. El hoy está aquí, y es ahora el tie3mpo de la resurrección y de la renovación. Tengo que empezar ahora, hoy, a levantar una nueva vida de fe y confianza plenas en Dios, y con la determinación de hacer su voluntad en todas las cosas.
*Oración del Día*
Ruego poder cumplir con mi parte para hacer del mundo un mejor lugar para vivir. Pido poder hacer lo que pueda para traer la bondad un poco más cerca de la tierra.
_(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)_
🌷
Haciendo eco de estas palabras, J.B., un miembro de Modesto, California, escribió en el Grapevine de abril de 1984: “Las Doce Tradiciones no son una mera colección de guías establecidas por ‘ellos’ y transmitidas a nosotros con la directiva incondicional: ‘Eso es lo que tienen que hacer, punto...’
Las Tradiciones son el fruto de la experiencia de los errores que casi dejaron desgarrada a nuestra Comunidad, y las aceptamos de buen gusto.
“Al hablar de las Tradiciones, hablamos de la vida y la muerte. No puedo vivir sin A.A. Pero tú y yo somos A.A. A pesar de nosotros mismos, tenemos que ser responsables de nosotros mismos. A pesar de mí mismo, tengo que ser responsable, y la responsabilidad es de lo que tratan las Tradiciones.”
Reimpreso de Box 4-5-9 (Edición Primavera 2011) con permiso de A.A. World Services, Inc.
‘Los hijos del caos’: El nacimiento de las Tradiciones de A.A.
“Los aprovechados se aprovechaban, los solitarios se lamentaban de su soledad, los comités disputaban, los nuevos clubs tenían dificultades inauditas, los oradores charlataneaban, los grupos se veían desgarrados por controversias, los miembros se convertían en profesionales y vendían el movimiento; a veces grupos enteros se emborrachaban, las relaciones públicas locales llegaron a ser un escándalo”. ( El lenguaje del corazón , p. 150)
Así eran las circunstancias, según Bill W., cofundador de A.A., en algunos de los grupos de la incipiente Comunidad en la época pionera de A.A. Con poca experiencia o ninguna en la nueva y exigente aventura de la sobriedad, los grupos de A.A. estaban volando a ciegas.
El programa de recuperación de A.A., principalmente según quedaba expresado en los Doce Pasos expuestos en el Libro Grande, se iba propagando como el fuego — de un alcohólico a otro, por todo el país e incluso en los países de ultramar. Con reportajes favorecedores en los diversos medios de comunicación y el creciente apoyo de la medicina y la religión, A.A. llegó a ser cada vez más conocida. La gente estaba logrando su sobriedad y las buenas nuevas se iban difundiendo rápidamente.
No obstante, los recién nacidos grupos de A.A. a menudo tenían muy poco en que apoyarse y orientarse aparte del deseo profundo de los miembros individuales de mantenerse sobrios. Todo tenía que definirse día a día y a base de experiencia personal e individual por medio de un sistema de tanteos y de aprender de los errores para así descubrir lo que funcionaba y no funcionaba. Las reglas fueron sentadas y rotas; se establecieron normas para luego descartarlas, e inevitablemente estallaron disputas, a veces enconadas, referentes a las relaciones entre los miembros de A.A., unos con otros, y con el mundo de afuera.
Había muchísimos problemas con que enfrentarnos en las primeras décadas de A.A. y a medida que la cantidad de miembros seguía aumentando anualmente, los desafíos supuestos por vivir y trabajar juntos, no sólo como individuos sino también como grupos, se iban amontonando. Los éxitos y la mayor visibilidad venían acompañados de sospechas, celos y resentimiento. Había conflictos relacionados con todo asunto imaginable: el uso del dinero, la operación de los clubs, el uso inapropiado del nombre de A.A., el liderazgo y los romances.
Las costumbres de las reuniones varían de grupo en grupo; algunas reuniones estaban compuestas principalmente de borrachos de bajo fondo; otras de borrachos de alto fondo; algunas dejaban volver al grupo a los que tenían recaídas; otros creían que deberían ser excomulgados.
Como Bill contó en A.A. llega a su mayoría de edad (p. 203): “Nos parecía como si cada participante en cada desacuerdo de los grupos de todo el país nos escribiera durante este confuso y apasionado período”. Los problemas planteados por esos miembros de A.A. amenazaban con abrumar a la Comunidad naciente y en una carta de 1950 dirigida a un miembro de A.A. de Michigan, Bill dijo: “Cuando llegaban a mi despacho las cartas en que se describían los dolores de crecimiento de los primeros grupos... pasaba la noche tumbado en la cama sin poder conciliar el sueño. Me parecía que las fuerzas de la desintegración iban a desgarrar a nuestros grupos pioneros....”
A.A. no fue la primera comunidad que se hubiera encontrado zozobrando en los escollos del conflicto y del éxito peligroso. La Sociedad Washingtoniana, un movimiento dedicado un siglo antes al rescate de los borrachos casi había descubierto la solución al problema del alcoholismo. Al comienzo, la sociedad, que se originó en Baltimore, estaba compuesta solamente de alcohólicos que se esforzaban por ayudarse, unos a otros. Tuvieron un éxito considerable y el movimiento prosperó. Había más de 500,000 miembros.
Cita Diaria con La Viña Abril 19 “Mi padrino ... me dio un buen consejo: ‘Elimina las palabras éxito y fracaso de tu vocabulario. Reemplázalas por honestidad y esfuerzo’”.
“Se gane o se pierda”. ESCONDIDO, CALIFORNIA, AGOSTO DE 2001. De Emotional Sobriety
Reflexiones Diarias
20 de ABRIL
AUTOEXAMEN
Antes de empezar, le pedimos a Dios que dirija nuestro pensamiento, pidiendo especialmente que esté libre de autoconmiseración y de motivos falsos y egoístas.
— ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 86
Esta oración, cuando la digo sinceramente, me enseña a ser verdaderamente generoso y humilde, porque aun al hacer buenas acciones, a menudo buscaba aprobación y gloria para mi persona. Si examino mis motivos en todo lo que yo hago, puedo ser servicial a Dios y a otros, ayudándolos a hacer lo que ellos desean hacer. Muchas preocupaciones innecesarias son eliminadas cuando dejo a Dios a cargo de mis pensamientos y creo que Él me guía durante el transcurso del día. Cuando elimino los sentimientos de autoconmiseración, de deshonestidad y de egocentrismo, tan pronto como entran en mi mente, encuentro paz con Dios, con mis semejantes y conmigo mismo.
Del libro Reflexiones diarias
Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
Al fallecimiento de Arthur, el grupo se disgregó. Tampoco, por indicación del Dr. Pochat, se reunían más en el consultorio de él ya que consideraba que no correspondía que el grupo funcionara allí. Comenzaron a hacerse las reuniones los días sábados en las casas de los alcohólicos, abocándose Don Héctor a conseguir un lugar que se prestara para eso. Así fue que en el transcurso de 1955 se reunían en la casa de Esteban W. en Hurlingham. Consiguieron luego permiso para reunirse todos los martes a las 19:30 en Maipú 820, en la Obra del Cardenal Ferrari. El Grupo comenzó a crecer y, al demolerse el edificio de la Obra, se trasladaron a la Parroquia de La Merced, en Viamonte 318, lugar cedido por Monseñor Tato. Tuvieron que pasar luego a Reconquista 341, sede de la Dirección Nacional de Asistencia Social por gentileza de Director del mismo. Tomé nota también, segun Don Hèctor, de los compañeros que integraban el Grupo como Leonardo, Saavedra, Sussin, Raymundo, Carlos F., Peggy, Dora, Betty y otros . Yo conocí en ese entonces a Sussin, que se recibió de médico cuando entró en sobriedad y a Saavedra, que para mí fue ejemplo de humildad y trabajo. Recuerdo que, estando con los compañeros en la casa de la calle Garay conformando el Intergrupo Capital, Saavedra nos preparaba el café, a veces hasta las dos de la madrugada. Años después. se radicó en Rosario donde fundó algunos grupos. Cuando Saavedra falleció, era el alcohólico que llevaba más años de sobriedad exceptuando a Don Héctor.
Estando ya en la calle Viamonte, Don Héctor conoció a su esposa, Beba T., que era asistente social y visitadora de higiene. Visitó AA para ver cómo le podrían ayudar en su trabajo con los alcohólicos. A Beba le llamó la atención que no tuviera AA una sede permanente y. desde su puesto en la Municipalidad, se puso en campaña para conseguir un lugar fijo para los AA. Le cedieron un lugar en Avenida Córdoba 1556, adonde fueron a fines de 1961. El local era muy grande y presentaba el inconveniente de que era muy frío en invierno. Por otra parte tenían unas pocas sillas, que se utilizaban para las mujeres. Entre el frío y el tener la mayoría de los alcohólicos que mantenerse parados, hacía que muchos de ellos casi no vinieran o dejaran de hacerlo definitivamente. Tenían que buscar una solución para este problema pero los aportes de los que concurrían eran muy pocos. Fue así que Don Héctor G. conoció por intermedio de alguien a la Fundación Kaiser que hizo una donación de dinero. Fue Don Héctor quien aceptó a regañadientes tratando de que fuera sólo a los elementos que hacían falta como muebles, sillas, ventiladores y estufas. No lo consiguió y tuvo que aceptar el dinero a pesar de que sabía que estaba violando una de las Doce Tradiciones de AA. Para ese entonces ya comenzaba a ser conocida la Institución por comentarios en revistas y diarios, recibiendo muchas cartas -sobre todo del interior- a la Casilla de Correos que disponían en el Correo Central. Don Héctor se ocupaba de recibir la correspondencia y toda la administración además de visitas de "Paso Doce" que realizaba diariamente. Como es lógico, necesitaba elementos para la administración y el dinero no alcanzaba.
Entonces el Dr. Pochat le presenta al Sr. Williams, titular de la fundación que lleva su nombre. Este señor decidió ayudarlo con una suma fija por mes que sería hasta que tuvieran el número suficiente de alcohólicos para sostener la confraternidad. A Don Héctor le preocupaba bastante el hecho de quebrar las Tradiciones y el mismo Sr. Williams -que era norteamericano y conocía mucho de AA- le mostró el folleto “Las Tradiciones de AA, cómo se desarrollaron” en el que Bill W. -uno de sus dos cofundadores- explica que, en un principio, necesitaron ayuda ajena.
Historia de AA en la Argentina
Charlando un día por la tardecita, allá por la década del 70 en la casa de la calle Garay, con el fundador de AA en nuestro país, Don Héctor G., en una conversación informal, le pedí que me contara un poco acerca de cómo había fundado nuestra Comunidad y cuáles fueron sus principios.
Por aquel entonces, hacía dos o tres años que había dejado el alcohol y me picaba la curiosidad del tesonero trabajo que hacía la confraternidad y que hoy, con más conocimiento de la misma, hacen que me sienta orgulloso de pertenecer a ella. Don Héctor, un hombre del que me llamó la atención su particular serenidad y calma, con un decir sereno y pausado, me contó muy sucintamente los principios de AA en la Argentina.
No me pregunten por qué; en esos momentos anoté algunos datos de lo que me contó que me dan la pauta del esfuerzo que costó la creación de lo que hoy gozamos un sinnúmero de alcohólicos recuperados. Me contó entonces que comenzó a gustarle la bebida alrededor de los 15 o 17 años, dentro de su familia de origen irlandés. Poco a poco, alrededor de cinco años más tarde, recordaba que el alcohol se había convertido en algo insustituible para su carácter un poco tímido e inseguro. Como a cualquier alcohólico, a medida que pasaba el tiempo, comenzó a tener problemas en la casa. En ese entonces decidió irse de la misma al conseguir un trabajo en la Patagonia. Su enfermedad hizo que fuera trasladado en corto tiempo hacia otra ciudad más cercana y ante un llamado de atención por su manera de beber dejó este trabajo y retornó a vivir con sus padres. A través del requerimiento de su familia fue a ver a un médico y allí tomó conocimiento que lo que le pasaba: no era un vicio sino una enfermedad. Este médico le dio folletos de Alcohólicos Anónimos y le dijo de hacer una psicoterapia para ayudarlo. Durante un tiempo se mantuvo sin beber hasta que decidió que ya podría controlar la bebida y allí fue el acabose. Se quedó completamente solo, muy angustiado en su casa. Se dio cuenta que no quería beber y al mismo tiempo que no podía prescindir de hacerlo. Hasta que se sintió tan mal que decidió terminar con su vida y con un cinturón se colgó. Para bien de él y de todos nosotros, los alcohólicos, el cinturón se rompió y salvó su vida.
Fue internado en un sanatorio privado. Lo fue a ver el Dr. Roberto Pochat. con quien siguió un tratamiento y, al mismo tiempo, le sugirió que, una vez desintoxicado, le escribiera a Alcohólicos Anónimos para averiguar cuál era el tratamiento a seguir. Fue ahí donde Héctor escribe a esta entidad en Nueva York y desde allí le dan las primeras pautas. Don Héctor, que hablaba perfectamente el inglés, lee el “Libro Grande de AA”. Se puso en contacto reiteradas veces con Ann M., quien le contó que también era alcohólica y se había recuperado en AA. La primera carta que escribió fue el 18 de Diciembre de 1952. A partir de ese momento podríamos decir que se comenzó a gestar el nacimiento de AA en nuestro país.
También podríamos decir que AA en la Argentina nació el día que don Héctor tomó la última copa, el 13 de septiembre de 1952. Pero esto puede servir sólo como una referencia histórica ya que en la práctica Don Héctor G. tuvo que realizar una tarea constante para llegar a realizar el fin propuesto que era el de llevar a la práctica una institución similar a la de EEUU. ¿Por dónde comenzar?